Luz
La puta tocó mi rostro
y dijo que aún soy joven.
Vos mirás mucha TV.
Te falta espacio en tu casa.
No te acordás de la cara de los desaparecidos.
La puta mordió mi alma
y fuimos a Zumerland.
Caminamos por los árboles
y nos dieron la merienda en el refugio.
Por los altoparlantes avisaron
que papá llamaba.
Bailamos. Linchábamos. Acampamos.
Con las linternas
jugábamos a la búsqueda del tesoro.
Terminó el turno, me dijo.
Y pagué la cena.
Poemas del Libro Corazón Negro ( 1994 )
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